viernes, 10 de julio de 2015

NO FIJES TU PRECIO POR EL RESULTADO DE TU ESFUERZO. LOS ESFUERZOS VAN Y VIENEN, PERO EL ORO ES ORO


Mientras regresaba a mi casa después de una tarde tertuliana, en mi mente, me venía una frase que un hombre me dijo en su momento hace un par de años: “PACIFICA TU EXISTENCIA”. Vive, sencillamente vive.

Mucha gente tiene “dotes extraordinarios”, de usar en términos alegóricos y parábolas para describirte un problema o un reto que tienes. La realidad es que puede ser desesperante, pero con el tiempo te das cuenta que hay aspectos que no se pueden decir de otro modo ya que, de no hacerse así serían ininteligibles para nuestra mente por la tópica social y embrutecido por el consumismo. 

Años atrás, vivía “desplazada” hacia el futuro.   Era agotador, me estresaba el presente y me solía acarrear somatizaciones emocionales que cristalizaban en algún tipo de enfermedad.  Quizá ahora también lo esté, pero desde luego que mucho menos. Con el tiempo, te das cuentas que cuando el futuro es muy apetecible significa que tu presente está falto de iniciativa, no tienes gobierno sobre tu hoy.   Dado que solo tenemos soberanía y poder sobre el presente, si te desplazas al futuro es un graco error.  El futuro vendrá al presente, pero solo cuando le toque. Podemos manipular, limitadamente, esa alternativa temporal, pero solo desde el presente vivido con todo nuestro poder, no mediante una existencia fantasiosa que habite un dudoso porvenir.

Si una realidad no te gusta, actúa sobre ella si puedes y si no, entiéndela y rodéala para seguir tu camino. Deja fluir las situaciones y circunstancias, desdramatiza el presente para hacerlo más habitable y da tiempo al tiempo para que lo que mereces venga a ti a su hora y con su ritmo.  Simplemente, vive el presente plenamente sin contar, cuidadosamente, los agravios y sinsabores del hoy, de lo cotidiano. Los seres humanos llevamos un exhaustivo registro de los agravios recibidos, pero con igual diligencia, olvidamos todo lo bueno que recibimos a diario y luego, ocurre lo que ocurre, sencillamente, “NO VIVIMOS”.

Las cosas vendrán a tu vida cuando toquen o, sencillamente, no vendrán, pero si estás abierta a otras posibilidades, esa carencia no lo será tanto pues otra bueno ocupará su lugar para que sigas tu camino.

La vida es un camino de aprendizaje, y hay que estar preparados para “dejar” que las cosas nos abandonen cuando deben hacerlo. Nos abandonarán los padres, cuando mueran, y lo mismo pasará con el paisaje y paisanaje que iremos conociendo por el camino. Porque la esencia de la vida es el CAMBIO. Todos cambiamos y evolucionamos.

Por eso, “No fijes tu precio por el resultado de tu esfuerzo. Los esfuerzos van y vienen, pero el oro es oro”. 
-Su Autora-.

lunes, 9 de diciembre de 2013

SENTIR EN SILENCIO

Sentir es alcanzar las estrellas no con las manos sino con el pensamiento. Es… cuando se mira a los ojos y se quiere decir lo que se siente pero el muro del silencio se interpone entre las nubes de un sentimiento que busca la forma de encontrar el cálido premio de los besos y las acaricias.

Lo prohibido es lo más querido, lo más bello, lo más sublime… y aunque nunca las palabras logran salir más allá del alma, siempre se sentirá el vacío, el desazón, la indecisión y la esperanza de que algún día... mi corazón sea el suyo. Así es: “Como se ama en silencio”…

El recuerdo de su rostro en la mente buscando el calor de sus brazos y el sabor de sus labios.

-¡Ego tibi amo! - . Cuál delicadas palabras “resuenan” en mi alma… y luchan por no morir con síntomas de un amor enloquecido…

Las aves vuelan por el aire mientras el alma busca una ilusión para tapar su herida que deja el tiempo con la soledad infinita y que poco a poco ahonda más en la llaga del sufrimiento…

-¡Dios mío, ayúdame, a enfrentar un amor tan silencioso como la noche fría y oscura, el temor de que se entere y pensar que ya nunca …!-

El miedo de encontrarme de frente y decirle en sus oídos palabras tan bellas que inspiran el corazón y el sentimiento, el miedo a decirle lo que siento… amor…



miércoles, 31 de julio de 2013

CONCURSO LAB REVOLUCIÓN: ¿POR QUÉ ESTUDIASTE ESTA CARRERA?

SMB. (Magisterio Educación Infantil y Relaciones Laborales)

Recuerdo perfectamente la ilusión que me hacía ir a la Universidad, me parecía un reto difícil de alcanzar por el esfuerzo económico que suponía para mi familia y por el esfuerzo personal de llegar hasta mi meta. Hice el Curso de Orientación Universitaria (C.O.U.) por la rama biosanitaria con el objetivo de estudiar Enfermería, no conseguí la nota de corte que pedían y el destino me llevó a escoger Magisterio por la rama de Educación Infantil. Me encantaba los niños/as, “los peques”, pero jamás me imaginé lo que iba a pasar en estos tres años. ¡Con lo tímida que yo era…¡Cuántas obras teatrales! ¡Cuántas clases magistrales he hecho delante de tanta gente…! (“Aprender a hablar correctamente sin titubeos” nos recalcaban una y otra vez los docentes que nos impartían las asignaturas) ¡Cuántos nervios he pasado! … Aunque por aquella época, eso de “ser maestro/a”, era un sector muy poco demandado, para mí, es una profesión muy bonita y “muy gratificante”.


Conseguir estudiar una carrera con becas fue un satisfacción personal muy grande para mí. Me animó mucho. Mis ansias de aprender, nunca se terminaron allí, quise estudiar y formarme y saber más…así comenzó otra nueva carrera: La diplomatura en Relaciones Laborales. La verdad que, al principio sufrí un “éxtasis”, la primera clase a la que asistí fue “Derecho Fiscal”, estuve una hora mirando para el profesor “sin entender nada”… luego ya le fui cogiendo gustillo a medida que avanzaba la carrera, y como no me iba del todo mal decidí seguir adelante y otros tres años finalizados.

La vida te lleva por caminos muy diferentes a los que pensabas en un principio, pero nunca se sabe a lo que te puedes dedicar o lo que puedes llegar a conseguir, pero lo que sí tengo claro que no me arrepiento: he tenido “esa oportunidad” y la he aprovechado. Desde que era niña siempre me inculcaron que en esta vida hay que saber hacer de todo y creo que lo he aplicado a rajatabla. Me encanta aprender cosas nuevas.

http://labrevolucion.wordpress.com/2012/08/17/s-m-b-magisterio-educacion-infantil-y-relaciones-laborales/

jueves, 27 de junio de 2013

TODO LO QUE OCURRE TIENE UN PROPÓSITO

Ante situaciones de malestar, solemos preguntarnos “por qué” nos pasan las cosas y deseamos “dar marcha atrás” para poder “modificar” acontecimientos ocurridos en lugar de reflexionar acerca de “para que” nos han ocurrido.


Preguntarnos “por qué” nos lleva a adoptar el papel de sentirnos martirizados e impotentes por los acontecimientos ocurridos. Si invertimos nuestra forma de organizar nuestros pensamientos y lo vemos de esta manera “para que” como una oportunidad llegaríamos a la conclusión que “yo misma” he sacado:

Ahora mismo, en este preciso instante nuestras circunstancias actuales son resultado de la manera en la que hemos venido pensando y actuando a lo largo de nuestra existencia. Y para poder cambiar los resultados “que no nos satisface” debemos cambiar nuestra manera de pensar y actuar cosechando otros resultados “diferentes”. El simple hecho de creer que es posible representa un primer paso.

Y comprendí que, todo lo que es verdaderamente importante no podemos verlo con los ojos ni entenderlo con la mente, solo intuirse y comprender con el corazón. A veces nos ocurren cosas y/o situaciones que aparentemente no tienen nada que ver con las decisiones y acciones que hemos tomado en nuestro día a día y están ahí para que aprendamos “algo” acerca de nosotros mismos”.

Me dí cuenta que era una persona “insegura” y “miedosa”, a la hora de tomar decisiones, que luego fueron “tardías”…y que me llevaron a cometer “errores”, por esa razón, atraía “situaciones inciertas” para poder entrenar los músculos de la “confianza” y la “valentía”.

NO OLVIDÉIS QUE:

“Nuestra forma de pensar determina nuestra identidad y nuestras circunstancias”.



lunes, 9 de mayo de 2011

Un grito de esperanza hacia una nueva vida

Quiero pedir disculpas a mis lectores por la dejadez de mi blog, pero ha sido motivos personales los que me han llevado a este fin. Siempre he hablado de situaciones cotidianas, de temas divulgativos pero nunca sobre mi persona.

He titulado esta entrada “Un grito de esperanza hacia una nueva vida” como respuesta a esos momentos difíciles con las que te tropiezas de las cuales cualquier persona puede ser partícipe y que nunca nos hemos planteado que pudiera ocurrir, siempre pensamos en el prójimo y no en el que a ti también te puede pasar.

El día 3 de noviembre del 2010 me encontraron un desprendimiento de retina en el ojo derecho, de casualidad. Diez meses atrás me quejaba de puntos negros que se desvanecían. Conviví con ellos todo este tiempo pues en aquella revisión me diagnosticaron “moscas volantes”, que no tenía curación y que era típico de los “miopes”.

Los desprendimientos de retina si está en la periferia de ojo no tienen porque notarse en la visión, puedes estar mucho tiempo con ello y no notarlo hasta que empeore y afecte al campo visual. Solo se puede ver si te dilatan el ojo para verte el fondo del ojo, y desgraciadamente esta prueba no te la suele hacer en las revisiones oftalmológicas. Yo tenía cuatro y pico en el ojo derecho y cinco en el izquierdo. Todo el mundo debería hacerse esta prueba una vez al año. Ya que un desprendimiento de retina no detectado a tiempo puede derivar a una pérdida de visión irreversible en el ojo.

En mi caso, hacía revisiones periódicas al año pero nunca me hicieron esa prueba desde que fui miope desde mi adolescencia. No soy miope de nacimiento, comencé a serlo en la universidad. Siempre pensé que las revisiones me las hacían correctamente hasta que me ocurrió esto.

Los desprendimientos de retina se pueden producir por un golpe brusco, como un accidente de coche pero en el caso de los miopes, como yo, no tiene porque ser un golpe, simplemente puede ser por tener la retina muy fina o por nacer prematuros o un componente genético. Eso tampoco lo sabía hasta que me encontré con el problema, ningún oftalmólogo me avisó, fue quien me operó el que me lo explicó.

El día 9 de noviembre de 2010 me derivan para otro hospital y ahí me detectan tres agujeros dantescos en mi ojo derecho y en el izquierdo dos pequeños, y eso que había pasado la revisión en ese ojo.

El desprendimiento de retina ya llevaba tiempo en el ojo y me tuvieron que hacer una vitrectomía con láser en el ojo derecho. Se trata de una operación dentro del ojo donde te pegan la retina de nuevo al ojo con láser y te introducen una burbuja de gas en el ojo para que presione sobre la retina desprendida y se vuelve a adherir al ojo. Nunca olvidaré ese día, 16 de noviembre de 2010, la operación duró tres horas, fue de tal envergadura que hubo que reconstruir el ojo entero. Salí con el ojo vendado.

Nada más despertarme me mandaron a casa con la cabeza mirando al frente posición que tenía que mantener durante el día y por la noche no dormir sobre el ojo operado. Dormía sobre el lado izquierdo. Durante cuatro semanas tendría que hacer las tareas cotidianas como comer, ducharme, dormir de esta manera y guardar reposo absoluto. Sorprendentemente, a todo se acostumbra el ser humano y a las posturas también, momentos muy duros, superación de uno mismo y adaptación de tu nueva situación. Pues mientras tenía el ojo derecho operado, el otro ojo con cinco dioptrías y sin poder corregir con lentes ni gafas estaba mi campo visual bastante limitado.

Los dos primeros días después de la operación tenía el ojo vendado y luego en casa lo llevaba sin venda. No veía nada, sentía el ojo como si fuera un globo de agua y ese líquido se movía, tenía destellos, dolores de cabeza y comencé a sufrir vértigo, nunca había padecido ese mal. En cuanto al ojo, al principio toda la parte blanca la tenia roja pero eso va mejorando y la inflamación también baja bastante gracias a los colirios. Eso sí, mucha paciencia, yo tenía que estar desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche echando al ojo cada cuatro horas gotas de diferentes colirios, luego se va ampliando el espacio de tiempo hasta dejar de usarlas.

A partir de la cuarta semana, ese globo de agua es como una pequeña burbuja que va poco a poco disipándose y quedando en otras pequeñas burbujas, ya que el gas es absorbido por el ojo de forma natural hasta su desaparición. Los dolores y destellos van desapareciendo, el vértigo tardó unos meses en desaparecer. Conseguí quitármelo gracias a caminar y caminar, pero fue un proceso de rehabilitación, como aprender a andar por primer vez. Mantenerme en pie, paseos cortos, luego largos y más tarde, subir y bajar escaleras y acostumbrarme a todas las posturas. Gracias a eso, evité tomar fármacos. Fue el día a día y la lucha por la superación de uno mismo.

Por primera vez en mi vida, sentí lo que era “ser discapacitado”, acabar toda la vida ciega o seguir a rajatabla todas las indicaciones del profesional.

Con la vitrectomía con láser en un alto porcentaje de casos se forma catarata, por la burbuja de gas que se introduce en el ojo quedando la lente del cristalino empañado. Hubo que hacer una segunda intervención, el 31 de marzo, para quitar la catarata y meterme una lente intraocular pues la del ojo estaba inservible. No se pudo hacer hasta la completa recuperación y cicatrización de la retina ocular.

Fue más rápido y menos doloroso, tan solo tienes pequeñas molestias y empiezas a ver poco a poco. También tienes que respetar las posturas, dormir del lado izquierdo y boca arriba, nunca sobre el ojo operado pero puedes mover la cabeza sin hacer movimientos bruscos y sobretodo, nada de levantar pesos de ninguna clase.

Actualmente, estoy recuperándome de esta operación y por lo menos, ahora puedo poner lentilla en el otro ojo. No os podeís imaginar lo feliz que me sentí en ese momento cuando después de seis meses en la oscuridad por primera vez pude ver la calle. Del otro ojo me lo corrigieron por láser los dos pequeños desprendimientos de retina, es cuestión de unos minutos y no tiene ninguna sintomatología.

Todavía me queda por levantar cabeza, ya os seguiré contando si mis ojos me lo permiten. De lo único que os puedo decir que “VEO” la vida desde otra “OPTICA”. Pasé muchos nervios e incertidumbre, muchas horas pensando y pensando y me decía a mi misma “Toda la vida intentando planificar tu vida”, “Tantos títulos colgados en la pared”…”Que sí el trabajo…” Que si los estudios..” Que si… esto…que si esto otro”… y en un plis te cambia todo, y aquellas cosas que te parecía tan importantes pasan a un segundo plano. De lo único que lo siento es de todas aquellas personas que no son capaces de ver más allá de sus narices, de que los problemas son los de otros y no lo suyos, de que piensen que a mi “eso” nunca me va a pasar y de que no sepan lo que es estar y sentirte en esta situación en la que yo me he encontrado y en la que me encuentro.

“Mi homenaje a todos los discapacitados del mundo porque ellos sí que valen, por su afán de superación”.

miércoles, 26 de agosto de 2009

CRÍTICA DE LA OBRA "EL ALTAR".

Encontramos una forma narrativa de fácil acceso para el lector. Una dosificación generosa de humor, amena, y apta para todo el público.

Si ponemos especial atención en el universo del texto, hay un clima que nos compete a involucrarnos, que nos deja seducir por la tentación de leer recorriendo de forma entretenida y sin fatiga cada uno de los párrafos sin hacerse pesado, ni muy extensas en sus descripciones haciendo una composición tempo-espacial del relato en cuestión.

Como opinión de lector, es una novela amena y muy asequible que recomendaría su lectura pues es una obra maestra para un escritor novel, César Blanco.

lunes, 30 de marzo de 2009

ENTREVISTA A CÉSAR BLANCO CASTRO, ESCRITOR

Todos los profesionales de este arte tan complicado de la docencia, saben que uno de los momentos más especiales y emotivos, es aquél en el que te encuentras, después de años, con un antiguo alumno. Si además te abre de inmediato y sin condiciones el rincón de sus recuerdos y evoca con cariño y agradecimiento su etapa de discente, eso ya es el súmmun.

Pués, bien. Una tarde, en un bar, entró mi amigo Chuchi; al que por cierto, ni José el del bar ni yo hemos conseguido enseñar a jugar bien al tute; con un grupo de jóvenes y entre ellos estaba César Blanco, nuestro ex - alumno.

Me cuenta una y mil historias de lo que ha sido desde que abandonó Cristo Rey y la más sorprendente, la que da origen a una posterior entrevista, es que es escritor. Ni que decir tiene que a los dos días yo ya había leído su obra.

Días después volví a quedar con él.

César, de dónde eres, dónde vives.

Nacido en Valladolid, medio asturiano, medio burgalés y medio pucelano (tres medios). Vivo con mis padres, no es que no quiera vivir solo, pero no se puede en estos momentos e irme a vivir con desconocidos no me llama mucho, prefiero estar con mis padres y ayudarles en lo que buenamente pueda.

Siento curiosidad por cómo fue tu infancia, cómo viniste a parar a Cristo Rey.

No puedo hablar mucho de mi infancia porque tengo mala cabeza, pero no tengo malos recuerdos. Recuerdo lo feliz que era cuando iba a Asturias o a Burgos, cuando iba al cine. Estudié en un colegio ya desaparecido llamado San Nicolás de Bari, en el 89 pasé a Cristo Rey a estudiar electrónica. Elegí Cristo Rey porque a mis padres les hacía ilusión, la verdad, siempre habían escuchado cosas buenas de él. Y tenían más ganas ellos que yo de que fuera allí. Y se lo agradezco porque los años que estuve allí fueron importantes para mi, pasé de un colegio que no tenía ni patio, más o menos, a un centro con tres campos de fútbol. Pasé de ser un niño a un adolescente, lo raro es que después volví a ser un niño, mi madre dice que no tengo más de 15 años. Debo reconocer que no fui un buen estudiante, lo raro es que me gusta aprender desde siempre, pero a la hora de los exámenes me quedaba en blanco. No me puedo quejar de los profesores, tú me caíste bien desde el principio porque, aparte de que eres un tío majete, echaban una serie en la televisión por aquella época y me recordabas mucho al profesor de la misma. También conocí a varias buenas personas, amigos, aunque en estos momentos sólo tenga contacto con tres o cuatro de ellos y no tan a menudo como quisiera. No llegué a acabar los estudios, ni lo lamento ni lo dejo de lamentar.

Y, qué haces, a qué te dedicas además de escribir.

He estado trabajando en distintos sitios desde entonces, el penúltimo una fábrica llamada Microser, a la que casualmente, iban alumnos de Cristo Rey en prácticas. Actualmente trabajo en una empresa que hace mantenimientos y estoy cada día en un lugar, recorriendo Castilla-León, cosa que me encanta, el trabajo no tanto. Me gusta mucho ver castillos, ciudades antiguas, creo que es porque me gusta la historia. No sé mucho, pero procuro leer sobre lo que me interesa. Desde el Siglo de Oro hacia atrás son épocas que me fascinan. Me propuse leer como mínimo un libro al mes y lo estoy consiguiendo.

De dónde nace tu vocación por escribir, cuéntame.

Desde siempre he sido muy imaginativo, o eso al menos me cuentan. Ya de pequeño hacía pequeños relatos que me pasaban a máquina mis tíos, aunque lamentablemente no se conserva ninguno de ellos. Mi afición por escribir, por contar historias no viene precisamente, y desgraciadamente, por la lectura sino por el cine que es mi pasión.

Qué es “El Altar”.

El Altar es una novela de aventuras y misterio, o eso intenta. Es también el nombre del pueblo en el que sucede la historia y es una cabezonería mía, me propuse escribirla y eso hice. Me costó bastante porque soy algo zángano pero al final la terminé. La idea nació de una manera casual, como todas supongo. En un principio iba a desarrollarse en la época actual, con un grupo de gente joven, pero me puse a pensar de donde venía El Altar, fui escribiéndolo y vi que me enganchaba, que me parecía más interesante lo que iba escribiendo, que lo que tenía en mi mente en un principio. Y poco a poco fui desarrollándolo. En un principio quise enviarlo a alguna editorial conocida, pero en todas me decían que sería imposible hasta que lo leyeran, que tenían demasiados originales, así que gracias a Internet descubrí un par de páginas que lo imprimían bajo demanda, me pareció una buena idea. Lo malo es que para todo cobraban por lo que me tuve que ingeniármelas para diseñar la portada, para editarla y que quedara curiosa. Cien mil cosas que con dinero no me habrían supuesto esa gran alegría que sentía cuando descubría algo nuevo a la hora de maquetar o de diseñar. Me apunté a un curso de corrector para aprender más cosas y lo sigo con entusiasmo.

Un sueño, César.

Un pequeño gran sueño, que espero que el libro llegue a mucha gente, les guste y hablen bien de él.

Desde pequeño siempre he querido ser director de cine, ser como Spielberg pero eso es bastante imposible. Hice un curso de cine en el que aprendí a escribir guiones y tengo escritos cuatro o cinco, alguno envié, pero con muy mala fortuna.

Supongo que seguirás escribiendo.

Seguiré escribiendo cuando tenga tiempo, porque ideas no me faltan. Mi siguiente historia la situaré en la Edad Media, y aunque tendrá misterio no será en nada parecida a ésta. Esa historia además tiene una pequeña anécdota, hace tiempo a lo tonto, mandé una sinopsis a una agencia de guionistas en Hollywood, con un inglés bastante malón. Me contestaron a las dos semanas diciendo que les interesaba, que les mandase el guión o, si no me fiaba de ellos, las 10 primeras hojas. Pero desgraciadamente sólo tenía la idea, el guión no lo tenia escrito y como estaba trabajando, no tenía tiempo para escribir. Y aunque ellos insistieron durante casi tres meses, mi vagancia natural, mi no saber muy bien inglés y el no poder por el trabajo, frustraron mis ilusiones de pertenecer al mundo del cine. Así que me desquitaré escribiendo la novela, si Dios quiere.

Algún hobby.

Escucho todo tipo de música y colecciono servilletas de bares, tengo más de cien.

Me gana su sinceridad, su naturalidad, su bondad, pero sobretodo, César Blanco Castro posee la virtud más necesaria para crecer en la vida como escritor y como persona, una encantadora humildad.

Me pregunta que si se puede publicar la página donde se muestran sus obras. Cómo no, César, ahí va.
http://ceblacas.bubok.com/
(Entrevista transcrita de la Revista "Engranajes" del Instituto Cristo Rey a César Blanco Castro, Escritor de la obra "El Altar").